La teoría de Myers-Briggs es una herramienta ampliamente utilizada en psicología para comprender y clasificar los diferentes tipos de personalidad. Desarrollada por Isabel Briggs Myers y Katharine Cook Briggs, se basa en la teoría de los tipos psicológicos de Carl Jung. Esta teoría identifica y describe cuatro dimensiones clave de la personalidad, que combinadas forman 16 tipos diferentes. En este artículo, exploraremos en detalle los cuatro tipos de personalidad principales según la teoría de Myers-Briggs, brindando una comprensión más profunda de cómo influyen en nuestro comportamiento y en nuestras interacciones con el mundo que nos rodea.
- Extroversión (E) vs. Introversión (I): La dimensión de la extroversión e introversión se refiere a la forma en que las personas obtienen y dirigen su energía. Los individuos extrovertidos tienden a buscar estimulación externa, disfrutan de la interacción social y se sienten revitalizados en compañía de otros. Por otro lado, los introvertidos obtienen su energía de su mundo interior, prefieren la tranquilidad y la reflexión, y pueden sentirse agotados después de períodos prolongados de interacción social. La teoría de Myers-Briggs reconoce que tanto los extrovertidos como los introvertidos tienen valiosas contribuciones que hacer y que ambos estilos de personalidad son igualmente importantes y necesarios en nuestra sociedad.
- Sensación (S) vs. Intuición (N): Esta dimensión se centra en cómo las personas perciben y procesan la información. Aquellos que se inclinan hacia la sensación confían en la información concreta y tangible que reciben a través de sus sentidos. Son pragmáticos, realistas y se centran en los detalles prácticos. Por otro lado, aquellos que prefieren la intuición confían en patrones, símbolos y significados más abstractos. Son imaginativos, orientados hacia el futuro y pueden ver las posibilidades más allá de lo evidente. Ambos enfoques tienen valor y complementan diferentes aspectos de la vida y el trabajo.
- Pensamiento (T) vs. Sentimiento (F): La dimensión del pensamiento y el sentimiento se refiere a cómo las personas toman decisiones y evalúan la información. Aquellos que se inclinan hacia el pensamiento valoran la lógica, el análisis objetivo y las reglas objetivas. Son racionales y tienden a tomar decisiones basadas en la objetividad. Por otro lado, aquellos que prefieren el sentimiento valoran las consideraciones personales, las necesidades de los demás y las relaciones interpersonales. Son empáticos, consideran las emociones y buscan la armonía en sus decisiones. Ambos enfoques tienen sus fortalezas y pueden proporcionar diferentes perspectivas en diferentes situaciones.
- Juicio (J) vs. Percepción (P): La última dimensión se relaciona con cómo las personas abordan el mundo exterior y organizan su vida. Aquellos que se inclinan hacia el juicio tienden a ser estructurados, organizados y buscan la planificación y el control. Son resolutivos y disfrutan de la certeza y la finalización de tareas. Por otro lado, aquellos que prefieren la percepción son más flexibles, espontáneos y adaptativos. Disfrutan de la exploración de nuevas posibilidades y pueden sentirse restringidos por demasiada estructura. Ambos enfoques son valiosos y pueden brindar diferentes enfoques para enfrentar los desafíos de la vida.
De la combinación de estos cuatro tipos de rasgos obtenemos según Myers y Briggs los 16 tipos siguientes
| Tipo de Personalidad | Descripción |
| ISTJ | Responsable, organizado y realista. Son personas prácticas y lógicas, que se enfocan en los detalles y el trabajo bien hecho. Suelen seguir las reglas y valorar la estabilidad. |
| ISFJ | Cálido, atento y leal. Son protectores y compasivos, preocupados por las necesidades de los demás. Tienen un sentido de deber fuerte y son confiables en situaciones difíciles. |
| INFJ | Empático, visionario y decidido. Son consejeros con una profunda comprensión de las emociones y una visión idealista del mundo. Buscan armonía y buscan ayudar a otros a desarrollarse. |
| INTJ | Lógico, estratégico y analítico. Son científicos con una mente analítica y una gran habilidad para resolver problemas complejos. Son visionarios y tienen una clara visión de sus metas. |
| ISTP | Reservado, audaz y práctico. Son artistas que disfrutan desmontando y comprendiendo cómo funcionan las cosas. Son personas con habilidades técnicas y disfrutan de la acción y la aventura. |
| ISFP | Amable, creativo y adaptable. Son compositores con una gran sensibilidad hacia la belleza y el arte. Valoran la armonía y disfrutan de la libertad para expresar su creatividad. |
| INFP | Idealista, introspectivo y solidario. Son soñadores que buscan vivir de acuerdo con sus valores más profundos. Tienen una gran empatía y desean ayudar a los demás a alcanzar su potencial. |
| INTP | Lógico, innovador y curioso. Son arquitectos con una mente analítica y una sed insaciable de conocimiento. Les gusta explorar ideas y teorías y cuestionar el status quo. |
| ESTP | Enérgico, espontáneo y audaz. Son emprendedores que disfrutan de la emoción y la acción. Son personas prácticas y realistas, dispuestas a enfrentar nuevos desafíos y correr riesgos. |
| ESFP | Sociable, cariñoso y divertido. Son animadores que disfrutan estar en el centro de atención y contagiar su entusiasmo a los demás. Son personas prácticas y conectadas con sus emociones. |
| ENFP | Encantador, creativo y entusiasta. Son campeones que ven posibilidades infinitas y desean inspirar a los demás. Son personas cálidas y carismáticas que buscan hacer del mundo un lugar mejor. |
| ENTP | Ingenioso, ingenioso y audaz. Son inventores que disfrutan debatiendo y explorando nuevas ideas. Son personas con habilidades persuasivas y buscan desafiar las normas establecidas. |
| ESTJ | Práctico, responsable y directo. Son supervisores que valoran el orden y la eficiencia. Son líderes naturales y buscan mantener la estructura y el cumplimiento de las reglas establecidas. |
| ESFJ | Cálido, amable y servicial. Son proveedores que disfrutan cuidando a los demás y creando un ambiente armonioso. Son personas comprometidas con sus relaciones y se preocupan por el bienestar de la comunidad. |
| ENFJ | Empático, carismático y alentador. Son profesores que se preocupan profundamente por las necesidades de los demás. Son líderes naturales que buscan inspirar y ayudar a los demás a alcanzar su máximo potencial. |
| ENTJ | Ambicioso, estratégico y decidido. Son comandantes con una visión clara y habilidades de liderazgo sólidas. Son personas resolutivas que buscan alcanzar sus objetivos y motivar a otros a hacer lo mismo. |
La teoría de los tipos de personalidad de Myers-Briggs ofrece una valiosa herramienta para comprender y apreciar las diferencias individuales en la personalidad. Los cuatro tipos principales, que combinan las dimensiones de extroversión/introversión, sensación/intuición, pensamiento/sentimiento y juicio/percepción, nos ayudan a comprender cómo las personas procesan la información, toman decisiones y se relacionan con el mundo que les rodea.
Es importante recordar que cada tipo de personalidad tiene sus fortalezas y debilidades, y que no hay un tipo “mejor” o “peor”. Todos los tipos de personalidad son valiosos y necesarios en nuestra sociedad, ya que cada uno aporta perspectivas únicas y habilidades distintivas.
Al explorar los diferentes tipos de personalidad según la teoría de Myers-Briggs, podemos aumentar nuestra autoconciencia y comprender mejor nuestras propias preferencias y estilos de interacción. Además, esta comprensión nos ayuda a ser más tolerantes y respetuosos con las diferencias de los demás, promoviendo una comunicación más efectiva y relaciones más armoniosas.
En última instancia, reconocer y apreciar la diversidad de personalidad nos brinda una perspectiva enriquecedora y nos permite desarrollarnos tanto a nivel personal como profesional. A medida que continuamos explorando y aprendiendo sobre nosotros mismos y los demás, nos acercamos a una comprensión más profunda de la complejidad y la maravilla de la personalidad humana.
Segunda versión
En el vasto y multifacético campo de la psicología, la exploración de la personalidad ha capturado la imaginación de teóricos, investigadores y practicantes por igual, dando origen a una rica tapestería de teorías y enfoques que intentan desentrañar los misterios de la naturaleza humana. La personalidad, esa compleja red de características, comportamientos, emociones y pensamientos que definen la esencia única de un individuo, ha sido objeto de estudio desde los albores de la filosofía hasta la era moderna de la ciencia psicológica. Cada escuela de pensamiento, desde el psicoanálisis hasta el conductismo, el humanismo y más allá, ha aportado sus propias perspectivas, cada una con su metodología, sus suposiciones fundamentales y sus insights particulares sobre lo que nos hace ser quienes somos.
La teoría psicoanalítica
La teoría psicoanalítica, con Sigmund Freud a la vanguardia, nos introduce en el concepto de una mente dividida entre el consciente, el preconsciente y el inconsciente, destacando la influencia de los impulsos primitivos y los conflictos internos en nuestro comportamiento y nuestra psique. Carl Jung, discípulo y luego crítico de Freud, expandió este marco al introducir la idea de los arquetipos y el inconsciente colectivo, elementos que resuenan profundamente dentro de la estructura de la personalidad individual.
El conductismo
Por otro lado, el conductismo, con figuras como John B. Watson y B.F. Skinner, adopta una perspectiva radicalmente diferente, argumentando que la personalidad se moldea a través de la interacción con el entorno mediante el condicionamiento y el refuerzo. En esta visión, la personalidad es vista como un conjunto de comportamientos aprendidos, más que como una manifestación de procesos internos ocultos.
El humanismo
El humanismo, con Carl Rogers y Abraham Maslow a la vanguardia, ofrece una visión más optimista y centrada en el individuo. Este enfoque subraya la importancia de la autoactualización y la experiencia subjetiva, proponiendo que cada persona tiene un potencial inherente para el crecimiento y la realización personal, guiado por necesidades de autoestima, pertenencia y realización personal.
Psicología cognitiva
Mientras tanto, la psicología cognitiva, centrada en los procesos de pensamiento y percepción, examina cómo nuestros patrones de pensamiento, creencias y percepciones sobre nosotros mismos y el mundo que nos rodea conforman nuestra personalidad. Esta escuela subraya la influencia de la cognición en la manera en que interpretamos experiencias y cómo estas interpretaciones afectan nuestro comportamiento y emociones.
En este contexto diverso y a veces divergente, la teoría de Myers-Briggs emerge como una herramienta singularmente accesible y ampliamente utilizada para el estudio y la comprensión de la personalidad. Desarrollada por Isabel Briggs Myers y Katharine Cook Briggs, esta teoría no busca reemplazar o invalidar las contribuciones de las escuelas anteriores, sino ofrecer una metodología práctica para la identificación y clasificación de los tipos de personalidad. Basada en las teorías de Carl Jung sobre los tipos psicológicos, la teoría de Myers-Briggs propone cuatro dimensiones dicotómicas centrales que, combinadas, forman dieciséis tipos distintos de personalidad.
Estas dimensiones –Extroversión vs. Introversión, Sensación vs. Intuición, Pensamiento vs. Sentimiento, y Juicio vs. Percepción– ofrecen un marco para entender cómo los individuos prefieren interactuar con el mundo, procesar información y tomar decisiones. Al hacerlo, la teoría de Myers-Briggs nos invita a considerar la personalidad no como un conjunto estático de rasgos, sino como un dinámico interjuego de preferencias que influyen en nuestro comportamiento, nuestras relaciones y nuestras elecciones de vida de maneras profundas y a menudo sorprendentes.
La relevancia de la teoría de Myers-Briggs en la psicología contemporánea radica no solo en su capacidad para facilitar el autoconocimiento y la comprensión interpersonal, sino también en su aplicación práctica en ámbitos tan diversos como el desarrollo profesional, la educación, el asesoramiento y la gestión de equipos. Al proporcionar un lenguaje común para discutir y apreciar las diferencias
