La percepción, es ese proceso mediante el cual extraemos y elaboramos información del mundo que nos rodea, se encuentra en el corazón de nuestra interacción con el entorno. Sin embargo, esta capacidad no opera en un vacío sino que está profundamente influenciada por factores internos del individuo, entre los cuales la motivación juega un papel preponderante. ¿De qué manera influye la motivación en nuestra percepción del mundo? Y más aún, ¿cómo este entrelazamiento afecta nuestra comprensión y adaptación a la realidad?
La cognición humana, es el campo de entrada sensorial y procesamiento mental, se presenta como un sistema en constante transformación, especialmente moldeable en nuestras primeras etapas de vida. Esta plasticidad no solo permite una adaptación física a las condiciones ambientales sino que también facilita la interacción cognitiva con estímulos externos a través de la percepción. Es aquí donde la motivación interviene como un catalizador esencial.
La motivación, entendida como el conjunto de razones o impulsos que dirigen y energizan el comportamiento humano, configura nuestra capacidad para asignar significado y valor a los estímulos percibidos. No es meramente un trasfondo emocional también actúa como un filtro que intensifica o reduce nuestra atención a ciertos aspectos del entorno. Por ejemplo, un individuo motivado por un interés en el arte podría percibir con mayor intensidad y detalle las características estéticas de su entorno que alguien cuya motivación se oriente hacia aspectos prácticos o utilitarios, o si nos enfrentamos a una asignatura en nuestros estudios que no es de nuestro interés ni pensamos que vayamos a utilizar esos conocimientos nunca, es decir, si no nos sentimos motivados por su estudio, claramente encontraremos mucha más dificultad al cursarla que cualquier otra de similar complejidad pero que nos haga sentir más motivados.
Este proceso no es unidireccional. La percepción alimentada por motivaciones específicas puede realimentar o modificar esas mismas motivaciones, creando un ciclo de interacción entre percepción y motivación que es dinámico y evolutivo. Así, la motivación no solo afecta cómo percibimos, sino que la percepción puede alterar profundamente lo que nos motiva.
En el ámbito epistemológico, esta interacción plantea cuestiones fascinantes. Si la motivación puede influir en cómo interpretamos la energía sensorial de nuestro entorno, entonces, ¿cuán objetiva es nuestra percepción de la realidad? Los teóricos han debatido largamente sobre la objetividad de la percepción y la correspondencia entre nuestras representaciones mentales y el mundo externo. La realidad, ¿es un reflejo fiel de la física del mundo, o es una construcción subjetiva influenciada por nuestras necesidades internas y motivaciones?
Los estímulos proximales y distales, como los describe Brunswik, ilustran este punto. Aunque el estímulo proximal (la energía que realmente impacta nuestros sentidos) es una versión reducida y modificada del estímulo distal (la realidad externa), nuestros procesos cognitivos trabajan para establecer una correspondencia entre ambos. Pero esta correspondencia está mediada por nuestras motivaciones, que pueden destacar, omitir o distorsionar aspectos del estímulo.
Así, la percepción no es simplemente una ventana pasiva a la realidad, sino más bien una elaboración activa y motivada que construye nuestro entendimiento del mundo. Aceptar esta complejidad nos obliga a reconsiderar no solo cómo interactuamos con el entorno, sino también cómo esta interacción modela nuestra conducta y nuestras expectativas.
El estudio de la influencia de la motivación sobre la percepción nos ofrece una visión más rica y matizada de la cognición humana. Nos enseña que cada acto de percepción es en sí mismo un acto de creación, un diálogo continuo entre el mundo externo y nuestras motivaciones internas. ¿No es fascinante pensar que, en cada momento de percepción, estamos no solo descubriendo, sino también creando nuestra realidad o incluso nuestro futuro?
¿Cómo podemos reconfigurar nuestra percepción para cambiar nuestra motivación?
La clave reside en cómo podemos conscientemente alterar nuestra percepción para inspirar una motivación renovada y dirigida hacia objetivos específicos, pero analicemos esto por partes. Escogeremos para apoyarnos un caso ficticio pero que, en realidad, todos hemos oído alguna vez: Imaginemos una persona que intenta aprobar la práctica del permiso de conducir y una vez tras otra suspende, lo ha intentado tantas veces que al final ha desistido, a pesar de que le facilitaría enormemente la vida, al final ha perdido toda motivación debido a la frustración.
Redefiniendo la Experiencia Perceptiva
El primer paso en este camino inverso implica la redefinición activa de nuestras experiencias perceptivas. Esto se puede lograr a través de varias técnicas que ajustan y enriquecen nuestra interacción con el mundo. Por ejemplo, el enriquecimiento del entorno (modificar física o conceptualmente nuestro entorno para aumentar la cantidad y calidad de los estímulos perceptivos) puede provocar una percepción más aguda y diversificada, lo que, a su vez, puede desencadenar intereses perdidos y propiciar la aparición de la motivación necesaria.
Para nuestro sujeto ficticio, los exámenes de conducir se han convertido en una fuente de estrés constante. Una forma de modificar esta percepción sería cambiando el entorno de su preparación. Por ejemplo, podría practicar en diferentes tipos de vehículos o en distintas áreas que no asocie con sus experiencias negativas anteriores. Esto podría ayudarle a percibir la conducción como una habilidad más diversa y enriquecedora. En caso de no disponer de un lugar para practicar cerrado a la circulación podría hacer ejercicios mentales de imaginar de manera vívida la conducción, la secuencia de movimientos, los giros, los cambios de marcha, convirtiéndolo en una experiencia gratificante en este ejercicio mental.
Cultivo de la Conciencia Selectiva
Otra estrategia efectiva es el desarrollo de la conciencia selectiva, que implica aprender a enfocar nuestra atención de manera más eficiente. Mediante técnicas de mindfulness y atención plena, podemos entrenar nuestra mente para identificar y priorizar estímulos que son más relevantes para nuestros objetivos. Esta focalización no solo mejora nuestra eficacia al interactuar con estos estímulos, sino que también puede incrementar la motivación al hacer que los objetivos parezcan más alcanzables y claros.
El sujeto podría beneficiarse enormemente de técnicas de mindfulness y atención plena para manejar su ansiedad durante los exámenes. Al aprender a centrar su atención en el momento presente y en las tareas específicas de la conducción, podría reducir la sobrecarga de pensamientos negativos y preocupaciones sobre el resultado. Esta focalización no solo le permitiría manejar mejor el vehículo, plenamente consciente de sus acciones y del entorno sino que también podría hacer que la meta de aprobar el examen pareciera más clara y alcanzable.
Narrativas Personales y Reinterpretación
La reinterpretación de las experiencias mediante la creación de nuevas narrativas personales es otra herramienta poderosa. Al cambiar la historia que contamos sobre nuestras experiencias, podemos alterar nuestra percepción de estas, lo que puede transformar tareas mundanas en oportunidades emocionantes y desafiantes. Esta técnica se basa en el principio de que la percepción es intrínsecamente una narrativa construida, y al modificar esa narrativa, cambiamos la percepción y, por ende, nuestra motivación.
El cambio en la narrativa personal es fundamental para que nuestro sujeto recupere su motivación. Si logra reinterpretar sus fallos anteriores no como fracasos, sino como etapas de aprendizaje necesarias en el camino hacia la competencia, podría transformar su percepción sobre el proceso de aprendizaje de la conducción. Al ver cada intento como una oportunidad para mejorar y aprender algo nuevo, el sujeto podría reducir la presión y el miedo al fracaso, quizás podría dejar de contarse una historia donde los nervios siempre le traicionan y contarse una donde ha adquirido la experiencia más que suficiente para presentarse tranquilo y con confianza al examen, lo cual, a su vez, podría motivarle para conseguir por fin su carnet de conducir con renovado entusiasmo.
Retroalimentación y Reforzamiento
Incorporar sistemas de retroalimentación efectiva es crucial. Al percibir directamente los resultados de nuestras acciones, especialmente si esos resultados son positivos y alineados con nuestros deseos, nuestra motivación para continuar en esa dirección puede fortalecerse. Esto nos remite a la teoría del condicionamiento operante, donde las consecuencias de nuestras acciones influyen directamente en la frecuencia con la que las realizamos en el futuro.
De este modo, el sujeto podría implementar un sistema de retroalimentación más estructurado con su instructor, donde después de cada lección reciba comentarios constructivos específicos sobre lo que ha mejorado y qué necesita ajustar. Este tipo de retroalimentación le ayudaría a ver su progreso concreto y real, en lugar de juzgarse sólo por el resultado del examen. Cada pequeño éxito reforzaría su confianza y le motivaría a continuar.
Estado de Flujo
El estado de flujo o fluir, son esos momentos en que estamos completamente inmersos en una actividad hasta el punto de perder la noción del tiempo y es una manera eficaz de utilizar la percepción para fomentar la motivación. Estas experiencias no solo son profundamente gratificantes sino que también refuerzan nuestro compromiso y nuestro interés en actividades específicas, dado que se trata de estado placentero al que queremos volver.
Buscar momentos de flujo podría ser transformador para nuestro sujeto, podría usar simuladores de conducción que reproduzcan aspectos de la conducción alejados del entorno de un examen, si encuentra aspectos de la conducción que realmente disfruta, como conducir en rutas escénicas con bellos paisajes, podría llegar a experimentar la conducción como una actividad gratificante en sí misma. Estos momentos de completa absorción en la tarea no solo mejorarían su habilidad, sino que también disminuirían su ansiedad y aumentarían su motivación para aprender y mejorar.
Como hemos visto, tenemos el poder de ajustar nuestra percepción para mostrar una realidad diferente dentro de unos límites. Se trata de un enfoque diferente de la misma realidad pero que nos ofrece más oportunidades y hace que tengamos la motivación suficiente para luchar por esas oportunidades.
¿Te animas a abrir el archivo de los sueños frustrados e intentarlo otra vez, pero con otras herramientas?